Parece que debido a niveles más contaminantes de partículas en suspensón registrados en ese país europeo, se limitará la velocidad máxima de 130 a 80 km/h en las autopistas. Además los coches diesel han pasado a ser blanco de la desconfianza de las autoridades, las cuales recomendaron limitar en lo más posible su uso. Si bien es cierto que la contaminación por partículas trae como consecuencia enfermedades respiratorias y hasta la muerte, es justo decir también que el precio de la gasolina en todo el mundo ha alcanzado niveles prohibitivos, que por eso mismo en Europa más de la mitad de los coches vendidos son diesel, y que la orografía Suiza favorece en gran medida a que las partículas no se dispersen, así como también a la inversión térmica invernal. No sería mejor impulsar el desarrollo de combustibles menos contaminantes?
Fuente e imágen: Diariomotor
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